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Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/6778

Título: Transiciones entre ser docente y el oficio de estudiante ingresante en un ciclo de complementación en las licenciaturas en educación primaria e inicial
Autor(es): Delgado, Mónica
Muñoz, Soledad
Zarenchansky, Gladys
Misischia, Bibiana Sandra
Fecha de publicación: feb-2021
Revista: Congreso Internacional Ingreso e Ingresantes a la Universidad. CIEDIS. Universidad Nacional de Río Negro
Resumen: Este escrito recupera dos intenciones que tenemos como autoras, por un lado reflexionar en torno a qué sucede en los procesos de ingreso a la universidad en carreras que son pensadas para personas que tienen una formación docente de base y se ubican en el campo profesional; y por otro en experimentar formas de escritura otras, que entraman la construcción colaborativa de un texto, a partir de las lecturas entre autoras en rondas de opinión. Retomando los relatos de estudiantes respecto de su experiencia y reflexiones sobre el oficio de ser estudiante universitario, se suman los nuestros como docentes, en el espacio compartido de la asignatura, dando cuenta de las propias experiencias para la construcción de nuevos saberes pedagógicos. De esta forma nos interesa dar continuidad a los elementos narrativos del dispositivo de formación, en un proceso meta reflexivo. El campo de la formación y el campo profesional tienen sus especificidades, según Souto (2011) el primero se centra en el desarrollo de las capacidades del sujeto, en su devenir psíquico y social o dicho de otro modo en su deseo de saber y en su propia historicidad y devenir histórico. Mientras que el segundo se enfoca en las competencias, como conjunto de conocimientos, saberes, actitudes, disposiciones y capacidades; el sujeto está situado en el mundo del trabajo y la situación laboral con lógicas y regulaciones propias. Consideramos que en esta propuesta de las Licenciaturas se ponen en diálogo ambos campos por su condición de ciclo de complementación, generando un espacio reflexivo entre el ejercicio del oficio docente de los/las estudiantes y la propia formación universitaria. Se posibilita la reflexión sobre la acción que propone Schon, convirtiéndose la propuesta del dispositivo de formación en una oportunidad de transición de la reflexión en la acción, propia del ejercicio del campo profesional, a la reflexión sobre la acción. Así lo aprendido en su formación inicial como docentes, se pone en juego o se lleva a cabo en la enseñanza en el aula, a través de secuencias de actividad, reconocimiento, decisión y ajuste. La reflexión sobre la acción acontece, en el descubrimiento de otros sucesos en el aula, en los cuales no se había colocado el foco y se genera la sorpresa, a través de un nuevo conocimiento -sucedido en el espacio de formación-, que permite “ver” lo que permanecía oculto en el conocimiento en la acción. Al incorporar en las consignas de las actividades de formación, procesos de descripción de las prácticas profesionales en el aula y a partir de allí reflexiones nutridas por nuevos aportes o conocimientos en diálogo con los saberes pedagógicos, se genera la oportunidad de revisar y transformar las acciones futuras. Así el espacio de formación en los ciclos de complementación no sólo forma parte del ejercicio de una nueva profesión - las licenciaturas - sino que enriquece el ejercicio profesional presente del oficio docente. Como comentamos la reflexión ocupa un lugar central en el dispositivo de formación de la propuesta académica. Rebeca Anijovich (2009) plantea la dificultad que a veces afrontamos para detenernos a reflexionar como si fuera opuesto a la acción, como si ello implicase un tiempo de detenimiento improductivo, en tiempos de cambio y movimiento vertiginosos. Si bien en las propuestas de formación docente es recurrente, en el campo de la práctica, el acercamiento a la misma desde los procesos reflexivos, una vez insertos en el campo profesional se hace más cuesta arriba sostenerlo. Por ello los espacios de formación, son oportunidades para recuperar, profundizar y compartir estos procesos. Además al enfocarnos en la propuesta de formación, en los derechos de la infancia y abonando a perspectivas que buscan la participación de los niños y niñas en el desarrollo de sus derechos, ¿cómo hacerlo sin mediar procesos reflexivos? ¿cómo generar y llevar a cabo propuestas si desde nuestro ejercicio profesional actual y futuro no desarrollamos esta capacidad? y sobre todo ¿qué referentes adultos seríamos si no ejercemos día a día la posibilidad de abrirnos a interrogantes? Se recupera también la categoría de oficio de estudiante universitario/a, como proceso donde los/las estudiantes se van constituyendo en sujetos universitarios, comprendiendo las lógicas y dinámicas institucionales y los requerimientos cognitivos y estrategias de aprendizaje necesarias, junto a los desafíos epistemológicos de nuevos campos de saber. Sumado, en esta propuesta formativa, el carácter virtual de la misma que demanda ciertas capacidades y conocimientos específicos. Este oficio de ser estudiante universitario, implica también un proceso personal, con tiempos particulares y disímiles en cada quién, siendo otro elemento sobre el cuál propiciar reflexiones que posibiliten la comprensión y en cierta forma adecuación a las condiciones institucionales. Este proceso no es solo del/la estudiante, nos involucra como docentes, en la revisión de nuestra posición, las estrategias de acompañamientos y las condiciones en las que ejercemos nuestro propio oficio como enseñantes. La propuesta sobre la que se generarán las rondas de lectura y escritura apuntan a las experiencias en base a testimonios de estos procesos. Un elemento que se retoma del encuadre de la asignatura y aparece en esta propuesta de las rondas de lectura-escritura es la perspectiva narrativa y la centralidad de la experiencia. Plantean Van Manen (2003) “la experiencia vivida tiene, en primer lugar, una estructura temporal: nunca puede entenderse en su manifestación inmediata, sino sólo de un modo reflexivo, en tanto que presencia pasada”, anudando en el eje central del carácter reflexivo enunciado anteriormente. Avanza el autor en la relación entre experiencia y pedagogía, comprendiendo a esta última no como un conjunto de habilidades o competencias que se poseen, sino como algo que como docentes tenemos que “recuperar, recobrar, volver a capturar, en el sentido de recordar. Cada situación en la que actúo educacionalmente ... requiere que yo sea sensible de un modo continuo y reflexivo a aquello que me autoriza en tanto que profesor … Justamente porque la pedagogía es, en un sentido último o definitivo, insondable, plantea una invitación incansable a la actividad creativa de la reflexión pedagógica que hace salir a la luz el significado profundo de la pedagogía” (pp. 165) De este modo, la narrativa, en tanto actividad compleja, requiere seleccionar e integrar diferentes tipos de conocimiento. Entendida como un mecanismo para organizar nuestro conocimiento y como un vehículo en el proceso educativo (Bruner, 1998), favorecer su práctica en ámbitos formativos contribuye a la generación de saberes sobre los propios procesos de actuación. Además, el interjuego entre lectura y escritura que se dá en el proceso formativo a través de la narrativa, contribuye, en tanto posición de lector/a a explorar e interpretar el propio mundo a partir de lo que ocurre en los textos y en tanto posición de escritor/a a salirse de la cotidianidad para expresar ideas propias, dejar volar la imaginación, elaborar descripciones de interés pedagógico de lo que ocurre en la práctica, plantear y resolver problemas de forma insospechada. “No solo de nuestras experiencias, sino también de aquellas otras que nos llegan por medio de historias en las que se expresa la trama de acontecimientos, subjetividades y contextos en la que se vive y se transmite la complejidad vital de una experiencia. Historias en las que, como participantes y receptores, completamos su significado (Ricoeur, 1995). Y en las que, si seguimos profundizando, podemos abrir nuevos significados y sentidos. Tomar la fuerza de las experiencias, propias y ajenas, y profundizar en ellas para preguntarnos por el sentido y las posibilidades de la educación y de la enseñanza es un modo de prepararnos para seguir haciéndolo a lo largo de nuestra vida.” Contreras, J., Quiles, E. y Paredes, A. (2019). Se construye en saber pedagógico (Frigerio G., Diker G. 2012) que se encuentra entre las posiciones dicotómicas de lo sensible y lo inteligible, “al tiempo que bajo el régimen científico el saber pedagógico va en búsqueda de una cada vez mayor objetividad, la literatura y la política hacen lugar a la manifestación de la subjetividad: en un caso, poniendo en primer plano el registro de lo sensible individual; en otro, obligando a tomar posición. Lo visible se rearticula, la palabra emerge otra” (pp 23) En relación a la forma de escritura y organización del artículo, el mismo se divide en tres partes: los relatos de estudiantes ingresantes de la asignatura, primera ronda de lectura-escritura y segunda ronda de lectura-escritura, ambas de docentes de la asignatura. Los primeros fueron escritos dando respuesta a una consigna de evaluación y acreditación de la asignatura, donde se solicitaba que en torno a su posición como estudiantes universitario/as, recuperen actividades de un portafolio de carácter biográfico construido en la cursada, lean testimonios de estudiantes universitarios ingresantes y escriban luego resonancias de la propia experiencia. Las rondas de opinión entre docentes, entendidas como rondas de lecturas y escrituras colaborativas, corresponden a nuestra posición de profesoras de la asignatura compartiendo reflexiones por escrito, previa lectura de otras escrituras. La primera ronda se basa en la lectura de los relatos de estudiantes y en la escritura de las resonancias que los relatos generan en base a nuestra experiencia como docentes de la asignatura, sin preguntas orientadoras ni consignas para su desarrollo. La segunda ronda parte de la lectura de estos propios relatos docentes, para convertirse en una nueva escritura que busca una densidad en los sentidos y significados del oficio de ser estudiante universitario teniendo de base un título docente y un ejercicio en el campo profesional de la docencia en el nivel primario e inicial. A continuación se presenta la consigna en base a la cual los estudiantes escribieron sus relatos. En torno a tu lugar como estudiante universitario/a, ya re leído el portafolio. Lee los testimonios de estudiantes universitarios -del anexo-, ¿qué elementos resuenan en tu propia experiencia? -no es necesario recuperes todo, solo lo que te resulte significativo- en relación a los propósitos, contenidos y prácticas de la materia, desde tu lugar de estudiante. Intentá profundizar las reflexiones que hiciste ya al respecto, en tu portafolio, pensando en los desafíos a futuro. Extensión máxima 900 palabras. PRIMERA RONDA DE OPINIONES Para esta primera ronda cada una de nosotras, como docentes hemos leído las producciones de los/las estudiantes y generado escrituras en base a las resonancias de dichas experiencias narradas y el encuadre de la asignatura, que es es un núcleo común en el devenir de nuestras trayectorias personales y profesionales. La extensión del escrito es la misma que la que se solicitó a estudiantes: 900 palabras máximo. SEGUNDA RONDA DE OPINIONES Esta segunda ronda surge de la lectura realizada de las producciones que cada una generó en la primera ronda y sus resonancias, las que nos llevan a descubrir los núcleos de sentido que emanan de allí y generan un proceso de construcción de saberes pedagógicos, en base a la experiencia de la asignatura y el proceso de lectura-escritura reflexivo transitado. Dichos núcleos de sentido, no son reiteraciones con las cuales construir categorías; sino que son un descubrimiento, la emergencia de sentidos que nos son significativos a partir del diálogo de o entre experiencias. Más que recurrencias, son singularidades que emergen en el deseo de dar sentido a la experiencia vivida, en el acto de lectura y escritura como un ejercicio reflexivo, de descubrimiento para compartir y re escribir nuestras historias de formación. REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA Y ESCRITURA Como último apartado de este escrito queremos recuperar el valor de la perspectiva narrativa y algunas resonancias respecto a los procesos de lectura y escritura en el proceso de investigación educativa. “Investigar o teorizar es implicarse en la consideración del texto, el significado de la textualidad dialéctica y su compromiso con la pedagogía, es decir, con el pensamiento y la actuación pedagógica ... las condiciones para una textualidad dialéctica, los requisitos metodológicos que otorgan a un texto en ciencias humanas cierta fuerza y validez convincente… se podrían resumir en lo siguiente: nuestros textos deben ser orientados, firmes, ricos y profundos. (Van Manen, 2016, pp. 165) Sumamos a ello las consideraciones sobre lo que aporta el proceso de lectura, como una forma de ver o descubrir lo inesperado, lo que otorga sentidos otros a la experiencia formativa. Sin duda en las rondas se va ligando la relación entre el lugar o el oficio de ser estudiante, con el ser docente y ser formador/a. La experiencia de ingresante, con una formación previa, auna cuestiones propias del acercamiento e inmersión a una nueva institucionalidad que es la de la Universidad y la posibilidad de la revisión de la práctica docente. En esta experiencia la Universidad hace un aporte directo al mundo escolar, posibilitando a través de los dispositivos de formación, que recuperan lo biográfico narrativo, que dan espacio y tiempo para el acompañamiento, oportunidades para dialogar y desde lo singular construir lo común y volver renovados/as. El ejercicio de la profesión docente pareciera funciona de sostén para sortear las barreras y temores iniciales del oficio de ser estudiantes universitarios/as. BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA Anijovich, R. (2009) Transitar la formación pedagógica. Dispositivos y estrategias. Ed. Paidos. Buenos Aires. Bruner, J. (1998). Realidad mental y mundos posibles. Barcelona (España): Gedisa Contreras, J., Quiles, E. y Paredes, A. (2019). Una pedagogía narrativa para la formación del profesorado. Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga, 0 (0), 58-75 Schon, D. (2010) La formación de profesionales reflexivos: hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones. Ed. Paidós. Buenos Aires. Souto, M. (2011) La residencia como espacio de formación en Menghini R. Prácticas y residencias en la formación de docentes. Baudino Ediciones. Buenos Aires. Van Manen, M. (2016). Fenomenología de la Práctica. Métodos de donación de sentido en la escritura y la práctica fenomenológica. Popayán: Universidad del Cauca. Van Manen, M. (2003) Investigación educativa y experiencia vivida. Ed idea Books. Barcelona.
URI: http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/6778
Aparece en las colecciones: Objetos de conferencia


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