Título:	Descripción de la población de perros en el Área Natural Protegida Punta Bermeja en temporada invernal del año 2024
Autor(es):	Ramirez, Ana Milagros Abate, Sergio Damián Winter, Marina
Fecha de publicación:	8-nov-2024
Revista:	IV Jornadas Internacionales y VI Nacionales de Ambiente UNRN
Resumen:	El perro (Canis lupus familiaris) deriva del lobo euroasiático. Es el carnívoro más abundante y ampliamente distribuido, y su gran capacidad de adaptación lo ha convertido en una de las especies exóticas invasoras más exitosas en el mundo. En Argentina, ocupa prácticamente todos los ambientes y su tenencia persigue fines principalmente de acompañamiento. En las grandes ciudades algunas personas eligen perros como animales de compañía y generalmente llevan una vida urbana. Por el contrario, en ciudades con menor número de habitantes y en poblaciones rurales, los perros suelen tener mayor independencia. Pueden ocupar grandes áreas, y cuando se les permite deambular libremente, aun teniendo dueño, se sabe que interactúan con la vida silvestre a través de depredación, acoso, transmisión de enfermedades o hibridación. También pueden competir con la vida silvestre reduciendo la disponibilidad de presas, refugios, o modificando patrones de actividad a través de interferencias. Las interacciones son entonces en su mayoría negativas para los animales silvestres, lo que lleva a que los perros (y gatos) sean considerados un riesgo para la supervivencia de muchas especies de aves, mamíferos y reptiles silvestres de vida libre. El Área Natural Protegida Punta Bermeja (ANPPB) está ubicada a 60 km de Viedma, capital de la Provincia de Rio Negro. De acuerdo al Decreto N° 1862/2005 dentro del ANPPB se identifican tres áreas de manejo: una zona de usos múltiples, una zona de uso restringido y una zona intangible. Dentro de la zona de usos múltiples, se encuentra un asentamiento urbano-turístico, que se constituye en una villa balnearia (La Lobería) donde se concentra la mayoría de los residentes permanentes, residentes temporales y turistas. El área de usos múltiples es el único sector habilitado para la presencia de animales domésticos. En este marco, el objetivo del presente trabajo es cuantificar y describir la población de perros dentro del ANPPB en términos de dependencia e independencia de la presencia humana en temporada invernal. Para ello se realizó un censo de la población canina mediante una encuesta visitando la totalidad de las casas (132). El censo se repitió en 11 días. Por otro lado, se recorrió la extensión total del ANPPB en busca de perros sin dueño, para registrarlos y observar su conducta. Los recorridos se realizaron de día en vehículo de motor a una velocidad máxima de 30 km/hora (10), o a pie (6). Para evitar contar dos veces el mismo animal se realizó una descripción externa que permita su individualización (color del pelaje, manchas, cicatrices, presencia y características de collar). El censo y las recorridas se realizaron en mayo, junio y julio de 2024. De acuerdo a los datos aportados por los dueños y a lo observado, los perros registrados se clasificaron según bibliografía consultada, en: independiente total: aquel donde el hombre no participa en su alimentación y refugio (perros asilvestrados); independiente parcial: aquel alimentado directamente por el hombre, sin refugio estable y deambulación totalmente libre; dependiente parcial: sus necesidades son satisfechas por su dueño, disponiendo de diferentes gradientes de libertad de deambulación; dependiente total: todas sus necesidades son cubiertas por su dueño y no deambula libremente fuera de los límites de su domicilio. Se registraron en total n=23 perros domésticos: n=19 perros dependientes parcial y n=4 perros dependientes total. De los 19, seis perros son residentes permanentes en La Lobería. El resto de los perros censados son residentes temporales junto a sus dueños. No se registraron perros independientes. Sin embargo, varios vecinos coincidieron en señalar que hasta 2023 existía al menos un perro independiente parcial. Durante el transcurso del presente trabajo se observó un perro persiguiendo a un zorro gris (Lycalopex gymnocercus) y al menos un perro asediando madrigueras del tuco-tuco patagónico (Ctenomys haigi). Estas situaciones evidencian la interacción con la fauna silvestre. Conocer el comportamiento de la población de perros dentro de un área protegida es de destacada importancia para evaluar potenciales impactos. Aún más cuando se reconoce que la presencia de perros con cierto grado de independencia constituye un grave riesgo de conformación de núcleos “fundadores”, a partir de los cuales surgen grupos de perros cimarrones de difícil control. Teniendo en cuenta que el presente estudio se desarrolló en la época de menor afluencia de residentes temporales y turistas, y considerando que la tenencia y presencia de perros es dinámica, el resultado de este trabajo podría reflejar la cantidad mínima de perros en el ANPPB. A su vez, los resultados demuestran que, de haberse aplicado campañas de tenencia responsable de mascotas, éstas no fueron suficientemente eficientes dentro del ANPPB. En conclusión, los resultados obtenidos evidencian la necesidad de llevar adelante un manejo de la población canina dentro del ANPPB. Se recomienda extender la normativa de prohibición de acceso de mascotas hacia el interior del poblado “La Lobería”.
URI:	http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/12374
Aparece en las colecciones:	Objetos de conferencia

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