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http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/13643
Título: | CSIC y CONICET: una perspectiva comparada acerca de sus antecedentes previo al retorno a la democracia en 1982/1983 |
Autor(es): | Natapof, Daniel Rubén |
Fecha de publicación: | 23-sep-2025 |
Revista: | IX Escuela Doctoral de Estudios Sociales y Políticos sobre la Ciencia y la Tecnología -ESOCITE- |
Resumen: | Si partimos de sus momentos fundacionales en primer lugar surge a la vista el carácter temprano de la fundación del CI español, en 1939 respecto del CONICET fundado en 1958. Por otra parte, ambos fueron creados bajo gobiernos dictactoriales, regímenes autoritarios, impuestos por la fuerza, de inspiración nacionalista y católica, y sin dudas anticomunistas. Sin embargo, también las diferencias son muchas, el franquismo se impuso a partir de una guerra civil, los gobiernos militares argentinos a través de golpes de estado que contaron con la colaboración de ciertas elites y la aquiescencia de importantes sectores de la población. En Argentina se dio una accidentada alternancia entre gobiernos democráticos interrumpidos por gobiernos de facto, los cuales tuvieron matices e improntas distintas y contaron con facciones en las fuerzas armadas que expresaban ideas y posturas muy distintas y no menores (sólo por citar unos pocos ejemplos: las posturas pro Eje o pro Aliados, liberales vs. nacionalistas). En el franquismo en cambio, la existencia de diversas corrientes ideológicas que lo componían, no resultaba incompatible ni supuso un enfrentamiento abierto y por otra parte, la existencia de las “familias” no constituía una fuente de alteración para un régimen que tenía un solo y único caudillo. El Franquismo constituyó un fenómeno relativamente estable a pesar de los distintos períodos de su gobierno. Respecto de los CI específicamente, el CSIC dio una impronta relevante no sólo a la esfera estrictamente científica como ocurrió en el CONICET liderado por Houssay, sino que el sector tecnológico tuvo un lugar preponderante y decisorio, liderado por los ingenieros militares franquistas en el Ministerio de Industria y el Patronato Juan de la Cierva. Asimismo, en el CSIC las ciencias sociales y las humanidades fueron reservorio de la ideología del Régimen, aspecto que en España tuvo trascendencia y un recorrido histórico apreciado en especial en el caso de las humanidades, pues claramente se veía como parte de la lucha contra las fuerzas republicanas y su ideología. En el caso argentino, se destacó más clara y tempranamente la primacía del sector científico, fuera desde la perspectiva de Houssay más afín a la concepción de la “República de la Ciencia” y su impulso a las ciencias básicas o desde la mirada heterodoxa de Rolando García, proveniente de las ciencias exactas y más afín a perspectivas reformistas (en relación a la Reforma Universitaria de 1918) e incluso desarrollistas. Sin embargo, el sector tecnológico nacerá con un peso endeble y más aún el campo de las ciencias sociales y humanidades. Otra diferencia notable reside en la estructura organizacional, la división en patronatos le otorgó al CSIC una complejidad importante y facilitó la coexistencia de diversas culturas que le dieron una heterogeneidad que sólo mucho más adelante será resuelta en beneficio del sector científico. Curiosamente, ambos CI fueron liderados por un período extenso por un mismo sujeto, tanto en el caso de Albareda como en el de Houssay, fueron Secretario General y Presidente, respectivamente desde la fundación de los organismos hasta su fallecimiento en 1966 y 1971. En ambos casos las diversas responsabilidades relativas al gobierno de la ciencia fueron contempladas en su fundación, fueron amalgamadas funciones y competencias de lo que hoy definimos como diseño de políticas públicas, promoción, ejecución y evaluación. En ambos casos, el desarrollo histórico de esas instituciones se irá fortaleciendo y orientando hacia el campo de la ejecución y sobre todo serán vistas como deficitarias en cuanto a las tareas de diseño de políticas públicas. En cuanto a la función de ejecución presentarán características propias de todo organismo burocrático moderno: tendencia a la expansión (a través de sus institutos), centralización de las decisiones, crecimiento de su estructura burocrática y en los dos casos, también se dio una fuerte concentración geográfica de investigadores e institutos en la capital y su zona de influencia. En ambos casos, a partir de la década del 60 los gobiernos buscaron crear agencias de gobierno orientadas a las funciones de diseño, planeamiento y coordinación en consonancia con lo que ocurría en otros países, bajo la premisa del fracaso de sus CI para cumplir esas funciones y en ambos, los CI resistieron y miraron con recelo estas innovaciones organizacionales. La primacía de los ingenieros militares y el ala tecnológica, demuestren una correlación estrecha entre la política pública “de Estado” del gobierno franquista, la autarquía, y el CSIC, hecho que no ocurrió con el CONICET, creado bajo gobierno de facto, pero liderado bajo la perspectiva de Houssay y su grupo en base a la concepción propia de la “República de la Ciencia” y la observancia de la no intromisión de “la política” en la institución y menos aún en la orientación de los investigadores y sus líneas de trabajo. |
URI: | http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/13643 |
Aparece en las colecciones: | Objetos de conferencia |
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