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Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/4603

Registro completo de metadatos
Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorBarrios García Moar, Gonzalo Ezequiel-
dc.date.accessioned2020-04-23T17:42:05Z-
dc.date.available2020-04-23T17:42:05Z-
dc.date.issued2019-11-28-
dc.identifier.otherhttp://asauee.org/wp-content/uploads/2019/01/Actas_IX_Jornadas_EE_ASAUEE.pdf-
dc.identifier.urihttps://rid.unrn.edu.ar/jspui/handle/20.500.12049/4603-
dc.language.isoeses_ES
dc.relation.ispartofIX Jornadas de Economía Ecológica y VI Curso Internacional de Economía Ecológicaes_ES
dc.titlePaisaje y territorialización. La construcción simbólica del turismo en la ciudad de San Carlos de Bariloche durante la primera mitad del siglo XX.es_ES
dc.typeObjeto de conferenciaes_ES
dc.rights.licensehttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/es_ES
dc.description.filiationFil: Barrios García Moar, Gonzalo. Universidad Nacional de Río Negro, CITECDE; Argentinaes_ES
dc.description.filiationFil: Barrios García Moar, Gonzalo. CONICET; Argentinaes_ES
dc.description.filiationFil: Barrios García Moar, Gonzalo. Universidad Nacional de Quilmes. GEACH; Argentinaes_ES
dc.subject.keywordTurismoes_ES
dc.subject.keywordBarilochees_ES
dc.subject.keywordTerritorioes_ES
dc.subject.keywordPaisajees_ES
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/acceptedVersiones_ES
dc.subject.materiaTurismo y Hospitalidades_ES
dc.origin.lugarDesarrolloAsociación Argentino-Uruguaya de Economía Ecológicaes_ES
dc.origin.lugarDesarrolloUniversidad Nacional de Río Negroes_ES
dc.origin.lugarDesarrolloRed Iberoamericana de Economía Ecológicaes_ES
dc.origin.lugarDesarrolloSociedad Internacional de Economía Ecológicaes_ES
dc.description.resumenLas representaciones del paisaje de principios de siglo XX sobre la región de los lagos ubicada entorno al lago Nahuel Huapi y las localidades asociadas al mismo, influyeron en la construcción simbólica del destino a lo largo de los años para la consolidación de la actividad turística como la base del desarrollo posterior de San Carlos de Bariloche. Los relatos y discursos no alcanzan por sí mismo para determinar una inevitable materialidad real; el desarrollo territorial es motorizado además por diversas políticas que incentivaron un determinado modo de acumulación; en este sentido, la creación de un Parque Nación impulsado por F.P. Moreno, la planificación propuesta por B. Willis, la creación de la Dirección de Parques y la labor llevada a cabo por E. Bustillo, etc. fueron marcando el camino a seguir. Fue tal vez, la tarea llevada a cabo por Exequiel Bustillo, la determinante para condicionar el desarrollo local hacia el turismo por múltiples y diversos factores, desde la inversión material efectiva en infraestructura entre la que podemos mencionar: los edificios de intendencias del parque (durante toda su gestión), la iglesia Nuestra Señora del Nahuel Huapi (1940), el Hotel Llao Llao (en 1937 y la reconstrucción en 1939), la capilla San Eduardo (1938), el hospital regional (1939), el colegio primario N°16, el Centro Cívico, la Avenida Costanera, la Plaza del Puerto, diversa cantidad de puertos y muelles (en Isla Victoria, Isla Huemul, Villa la Angostura, en Lago Frías, Blest), obtención de embarcaciones (Modesta Victoria), la instalación de la estación de servicio del Automóvil Club Argentino, la reedificación de la sucursal del Banco Nación, las escalinatas que, según Bustillo, “unen el bajo con el alto”, la extensión de servicios públicos como agua corriente, cloacas, electricidad subterránea y líneas telegráficas, la apertura de caminos hacia diversas localidades hacia el sur y el norte, la pavimentación de otros tantos como también el impulso a las villas Angostura, Mascardi, Traful, y Catedral (con su hotel y cable carril), la construcción de diversos hoteles: Hotel Isla Victoria, Tunquelen, Laguna Frías, Puerto Blest, Ruca Malen, la instalación de una estación zoológica para la introducción de especies extranjeras y reconversión en estación botánica con el mismo fin, la finalización del tramo del ferrocarril que unía la ciudad con la capital del país (1934), la apertura del aeropuerto internacional (1940), entre otras obras; hasta los fondos obtenidos para la ejecución de obras, créditos para la construcción de hoteles y viajes promocionales, a la difusión en medios gráficos tanto nacionales como internacionales de la localidad como destino turístico, a la promoción de deportes como la caza, la pesca y el esquí, a sus influencias políticas a nivel nacional determinantes para la obtención de compromisos, a su penetración a nivel local para obtener simpatías en distintos sectores. Sin embargo, el proyecto de Bustillo no era la única respuesta posible para la cuestión de Bariloche como representación de la “Suiza argentina”. Por medio de la revisión y el cruce de diversos fondos documentales: de Francisco P. Moreno (6 unidades de conservación que van del 1856 a 1919); la consulta al el departamento de documentos de cine, audio y video para relevar las producciones audiovisuales de entes públicos sobre la localidad, en particular las creaciones de la Secretaría de Prensa y Difusión de Presidencia de la Nación, pertenecientes al Archivo General de la Nación; y relatos autobiográficos y producciones de época referentes a los viajes realizados por la región de Ada María Elflein (Paisajes Cordilleranos, descripción de un viaje por los lagos Andinos de 1917), Emilio Morales (Lagos selvas y cascadas de 1917), y la publicación de Aarón de Anchorena en la Revista Caras y Caretas de 1902, consultados debido a su alcance mediático en la sociedad porteña de la época y por lo tanto como potenciales constructores simbólicos de la región. Consideramos que sus relatos pudieron tener la forma de descripciones detalladas de sus viajes, del equipamiento necesario para viajar, lugares a visitar, recorrer y descansar con consejos y recomendaciones de todo tipo, para constituirse como auténticas guías de viaje. Pero en sus contenidos, todos reiteraban una idea general, la importancia de “desarrollar” dicho lugar para explotar su potencial como centro turístico que absorbiera tanto turismo nacional como el internacional, cuya demanda se correspondiera con las actividades propias del alpinismo, el esquí, la caza, la pesca y alojamientos de categoría. Por lo tanto, concluimos que el proyecto de Bariloche como ciudad eminentemente turística consistió en una serie de prácticas espaciales desplegadas tanto en el plano simbólico como en el material, de modo que contribuyeron decisivamente a la construcción social de la región en distintos aspectos y diferentes grados de visibilidad: demográfico, arquitectónico, urbanístico, educativo, ideológico, memorístico-histórico, político, etc. Estas prácticas fueron el resultado de una conjugación de ideas y pretensiones previas a la materialidad llevada adelante consistentemente por Bustillo. Es decir, que de algún modo se logró hegemonizar la construcción simbólica de Bariloche como destino turístico al sintetizar las pretensiones y propuestas de los relatos mencionados e identificarlas con su propio proyecto. Lejos de modificarse, la preponderancia de este proceso se mantuvo en el tiempo aún bajo los cambios sucedidos en la institución de Parques Nacionales durante el gobierno peronista. Los actores locales que no apoyaron el proyecto no podían contraponerse a las políticas impulsadas desde el Estado Nacional y el perfil turístico con diversos matices acabó por consolidarse.es_ES
dc.type.subtypeResumenes_ES
Aparece en las colecciones: Objetos de conferencia


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