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Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/2184

Título: Presupuesto Participativo en Viedma: modalidad de implementación y participación ciudadana. Análisis del período 2012 - 2015
Autor(es): Vega, Fernando A.
Director: Herrera, Soledad I.
Fecha de publicación: mar-2019
Citación: Vega, Fernando (2019). Presupuesto Participativo en Viedma: modalidad de implementación y participación ciudadana. Análisis del período 2012 - 2015. (Trabajo final de grado). Universidad Nacional de Río Negro.
Resumen: El presupuesto participativo es una herramienta de participación y de gestión pública, mediante la cual la ciudadanía puede proponer y decidir sobre el destino de parte de los recursos municipales. La relevancia de este mecanismo de participación ciudadana, llevado a cabo por primera vez en el mundo en 1988 en Porto Alegre (Brasil), surge no sólo por su capacidad potencial de generar un mayor acercamiento de la comunidad a los actos de gobierno, sino también como herramienta de control sobre los funcionarios públicos, los recursos municipales y la asignación del gasto. Además, esta herramienta es capaz de reducir la brecha Estado -Sociedad, permitiendo conocer en forma “directa” a través de asambleas, cuáles son las necesidades públicas de mayor prioridad y cuya satisfacción exige la comunidad local. La primera vez que se llevó a cabo un presupuesto participativo en el mundo fue en 1988 en Porto Alegre (Brasil); una ciudad formada por millón y medio de habitantes, situada en una región metropolitana. Su utilización comenzó con el ascenso al poder del partido progresista “Partido de los Trabajadores” para dotar a la población de servicios básicos de infraestructuras y reducir las desigualdades sociales. Para poder llevar a cabo esta iniciativa, se dividió la ciudad en 16 distritos dentro de los cuales la población se organizaba en asambleas para decidir qué hacer. La división se hizo a partir de criterios geográficos, sociales y organizativos. Así, en el año 1994 por ejemplo, entre el 15% y el 25% del presupuesto se asignó de manera participativa y en 1995 más de 14.000 personas participaron en los encuentros. En Argentina, las experiencias de presupuesto participativo son poco significativas a pesar de su incremento en los últimos años. Según Ramella, en el año 2013 ascendieron a 60 de un total de 2390 municipios. En el caso particular de la Provincia de Río Negro, las ciudades de Viedma y San Carlos de Bariloche son los únicos municipios que adoptaron esta modalidad. En Viedma, el presupuesto participativo comenzó a aplicarse en el año 2008. Luego, fue reconocido formalmente en la Carta Orgánica municipal cuando ésta fue reformada en el año 2010. Sin embargo, no existe hasta la fecha una ordenanza que establezca un procedimiento formal del mismo. En la práctica, el gobierno municipal envía una planilla a las Juntas Vecinales para que éstas detallen necesidades o problemáticas y posibles soluciones a llevarse a cabo durante el siguiente año, debiendo establecer un orden de prioridades entre las mismas. Una vez que el municipio recibe las peticiones de las Juntas, la Subsecretaría de Juntas Vecinales las deriva al área respectiva dependiendo del tipo de proyecto (Obras Públicas, Deportes, Cultura, etc.). Posteriormente, el municipio hace una devolución a cada Junta, informándole cuáles son las obras que podrán realizarse y cuáles no. En Bariloche, esta modalidad presupuestaria inició su aplicación en el año 2007 y también fue incorporada a la Carta Orgánica. A diferencia de Viedma, sí cuenta con la Ordenanza 161-CM-06 que establece cuáles son los principios y objetivos del presupuesto participativo, la asignación presupuestaria, los procedimientos formales y qué órgano tiene encargado el control de su ejecución. En cuanto a los documentos académicos referidos a la temática del presupuesto participativo, Ramella (2013) explica que en Argentina se caracterizan por describir o comparar experiencias. Recientemente surgieron estudios producto de una ... "segunda generación" de experiencias argentinas, cuya finalidad consiste en analizar los diseños institucionales y las condiciones de éxito de los mismos (Montecinos, 2012:7 y Cabannes, 2004:42- 43. Por ejemplo, Arena y Martínez (2013) realizaron un sondeo de los municipios argentinos que aplican el presupuesto participativo y efectuaron comparaciones entre ellos. Para analizar la forma de participación se enfocaron en la distribución de los recursos y en la incorporación del presupuesto participativo en el cuerpo normativo de cada localidad.
URI: http://hdl.handle.net/20.500.12049/2184
Aparece en las colecciones: Contador Público

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