Título:	Todo es nuevo e improvisado frente a la eterna grandiosidad del paisaje
Autor(es):	Barrios Garcia, Gonzalo Ezequiel Pierucci, Liliana Valeria Bay Gabuzzo, Alhué
Fecha de publicación:	sep-2023
Revista:	XI Simposio Internacional y XVII Jornadas de Investigación Acción en Turismo - CONDET 2023
Resumen:	Los paisajes naturales son una de las principales motivaciones por las que miles de turistas visitan San Carlos de Bariloche. Fue por medio de diversas políticas que estos han sido valorados, producidos y reproducidos como un recurso turístico desde principios del siglo XX (Barrios García, 2020). Según Urry (2001), la imagen de destino turístico no es una imagen espontánea, sino una imagen socialmente inducida y reproducida que se va organizando en torno a una autenticidad escenificada. En este sentido, por ejemplo, el Plan Estratégico y de Competitividad Turística de San Carlos de Bariloche (PECT) publicado en 1998, reconoce la centralidad de la naturaleza y el paisaje como los principales componentes del atractivo turístico, estableciendo una importante relación de interdependencia entre ambos. “El elemento de diferenciación para estos mercados [se refiere a los mercados internacionales de EE. UU. y Europa] es el de ofrecer naturaleza salvaje, pero en un entorno "civilizado" y "seguro" de "confort, después de la aventura" (PECT, 1998:25). Esta representación del paisaje local, entre “salvaje” y “seguro”, ha sido una constante y tiene, en términos reales, impactos muy concretos ya que invisibiliza aquellos elementos que puedan alterar esta construcción. La autenticidad escenificada se encuentra en todo el conjunto de imágenes y videos o postales que promocionan el destino, desde las guías turísticas del Parque Nacional Nahuel Huapi, pasando por las campañas publicitarias de las empresas turísticas locales y en los videos de la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche. En éstos se da cuenta principalmente de vistas panorámicas del lago Nahuel Huapi, las montañas y los bosques que lo rodean. Sólo en algunas ocasiones, cuando las particularidades lo ameritan, como, por ejemplo, la Fiesta Nacional del Chocolate o el festival gastronómico “Bariloche a la Carta”, se presenta en imágenes el Centro Cívico y la costanera de la ciudad. Sin embargo, de manera deliberada se ocultan los barrios ubicados al sur, (en el denominado “Alto” de la ciudad), paisajísticamente menos demandados, o la presencia de los elementos característicos del paisaje regional que representen otras problematizaciones, como la cercanía de los volcanes u otros riesgos ambientales. Cabe esperar entonces que esta construcción discursiva sobre un destino rodeado de lago, bosques y montañas en estado natural impulsará una demanda que busque estos mismos recursos. Según la forma en que el capital impone su lógica de realización y acumulación ampliada, necesariamente esto afectará la forma en que se estructura la ciudad. De este modo también la oferta turística, principalmente la alojativa, como también las actividades vinculadas (servicios gastronómicos, excursiones, entre otros), priorizan una localización que se corresponda con dicha demanda de proximidad a los escenarios naturales mejor conservados. El presente trabajo tiene por objetivo contrastar la forma de estructuración urbana que promueve la actividad turística en Bariloche en desmedro de los recursos y atractivos naturales que la propia actividad ofrece como mercancía (los bosques, los lagos y los paisajes andinos). Este tipo de desarrollo turístico librado a la lógica del capital implica impactos tanto ambientales como sociales. - Marco teórico de referencia. Bertoncello (2002) y Acevedo (2016), establecen que las nuevas modalidades turísticas se caracterizan por la multiplicación de las ofertas, para satisfacer la diversidad de nichos de demanda lo que conlleva la multiplicación de destinos turísticos. Al mismo tiempo, la búsqueda de exclusividad, autenticidad, naturaleza virgen y todos aquellos atributos con los que se venden las “nuevas” ofertas van en consonancia con los valores, deseos e imágenes instalados en la sociedad a través, entre otros aspectos, de la moda. Por otra parte, los centros turísticos constituyen un tipo especial de ciudad en las que el turismo reconfigura el espacio urbano y reconfigura las relaciones socioespaciales. Para que el turismo se desarrolle es necesaria la existencia de ciertas infraestructuras y equipamientos (como hoteles, restaurantes, rutas y aeropuertos) y atractivos, los cuales, de no haber sido intervenidos por los capitales o algún planificador turístico, serían meros recursos o materia prima. Desde este enfoque, el desarrollo turístico implica necesariamente un proceso de valorización, privatización y mercantilización de sus productos (Fletcher, 2016). Sin embargo, en tanto la naturaleza deviene en mercancía es difícil pensar que la racionalidad económica no prime sobre la ambiental generando importantes tensiones (Muñoz, 2016). - Metodología Por medio del uso de imágenes de satélites Landsat 5 y 8 y su procesamiento, se utilizó un protocolo de clasificación realizado por el Ministerio del Interior de la Nación (Marcos et al, 2017) a través del software de análisis espacial QGIS, que permitió medir el crecimiento de la mancha urbana de la ciudad de Bariloche desde el año 2001 al 2018. A fin de poder analizar y establecer comparaciones sobre los resultados obtenidos, se dividió el ejido de la ciudad en siete zonas. A su vez, se buscó establecer su vinculación con la distribución espacial de los alojamientos turísticos en la ciudad. Para ello se procedió a geolocalizar la ubicación de éstos en dos periodos de tiempo distintos: 2006 y 2018 y se lo puso en relación con los resultados analizados en cada una de las siete zonas ya mencionadas. Finalmente, a partir de la capa de información sobre bosque nativo realizada por el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP, 2001) se calculó la modificación de la superficie de los bosques a partir del crecimiento de la mancha urbana. - Discusión y conclusiones: El turismo como estructurador del espacio urbano Entre los principales resultados del análisis del crecimiento de la mancha urbana se puede decir que las áreas que presentan mayor crecimiento urbano fueron las zonas ubicadas al Oeste de la ciudad (Oeste Cercano y Oeste Lejano). Además, en lo que respecta al crecimiento urbano por sobre el bosque nativo, vemos que cerca del 40% del crecimiento de la superficie urbanizada en el Oeste Lejano avanzó sobre la cobertura de bosque nativo. Asimismo en estas mismas zonas y en las cercanías de toda la costa occidental del Lago Nahuel Huapi se encuentra la mayor cantidad de unidades y plazas de alojamientos turísticos. Considerando lo analizado en este trabajo, se ejemplifica cómo el capital privado impulsado principalmente por la lógica de reproducción del turismo basado en el paisaje y los recursos naturales impulsa el crecimiento de la ciudad hacia el oeste, es decir que, asume una particular configuración territorial. Este mismo crecimiento fue a expensas de la cantidad y calidad del bosque nativo (lo que impactó directamente en el paisaje natural) y en el acceso a las costas si se considera la ubicación de los alojamientos en las cercanías a los cuerpos de agua. Estos resultados refuerzan dos lógicas mencionadas anteriormente. Por un lado, la privatización y mercantilización de los bienes tales como los lagos y bosques. Por el otro, la lógica autodestructiva del capitalismo dado que el avance urbano impulsado por los alojamientos turísticos atenta sobre el atractivo natural que se ofrece como atractivo. Por ello, este destino turístico cuyo principal atractivo es el entorno natural soporta una serie de impactos y contradicciones, entre ellos, los comunes a cualquier destino turístico, por el establecimiento de mayor cantidad de infraestructura para la realización de la actividad que implican ciertos impactos específicos ligados a la forma en que se realizan. Los espacios de esparcimiento o de residencia que buscan su inserción en entornos naturales empiezan a ser utilizados masivamente por los visitantes turísticos generando nuevamente transformaciones. Teniendo en cuenta lo analizado, son precisamente las áreas naturales donde es más probable que ocurra la urbanización turística y a la vez, son las más demandadas por sus consumidores en alto grado de conservación. Paradójicamente, esta lógica implica entonces, constantes avances mercantilizadores de la naturaleza e impactos negativos en el producto que la propia actividad ofrece.
URI:	http://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/11209
Aparece en las colecciones:	Objetos de conferencia

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